Dios Sabe...Cuando Yo Hago lo Correcto y Aun Tengo Problemas - Parte 3 - Aventuras en la Historia Sagrada - La Semana del 16 de Enero

Dios Sabe...Cuando Yo Hago lo Correcto y Aun Tengo Problemas - Parte 3
Años después de que Esteban fue apedreado, Pedro estaba en prisión. Herodes Agripa se había hecho popular entre los dirigentes nacionales encarcelando a los creyentes de Cristo. Ordenó que mataran a espada a Santiago, el hermano de Juan. Cuando llegó la Pascua, Herodes fue un poco más cuidadoso. Esperó a que los visitantes se fueran de Jerusalén antes de hacer de la muerte de Pedro un espectáculo.

Herodes recordó que anteriormente los apóstoles se habían escapado de prisión, así que dobló la seguridad. Diez y seis soldados, en cuatro escuadras, se tomaron turnos cuidando a Pedro de día y de noche. En su celda de piedra, Pedro estaba encadenado con un soldado a cada lado. Escapar parecía imposible. Pero lo extremo para el hombre, es una oportunidad para Dios.

La noche antes de que Pedro debía ser ejecutado, él estaba dormido en paz con perfecta confianza en la voluntad de Dios. De pronto, Pedro sintió que alguien le tocaba. Escuchó una voz diciendo, "Levántate pronto." "¿Ya es de mañana? se preguntaba Pedro. "¿Por qué hay tanta luz aquí?" Pudo ver un ángel brillante. Pronto se levantó y las cadenas cayeron de sus muñecas.

"Vístete y ponte tus sandalias, luego sígueme," le dijo el ángel. El ángel pasó por encima de un guardia en la puerta y Pedro también. La reja se abrió y se cerró tras ellos. Llegaron a la segunda puerta. También estaba cerrada y resguardada por dentro y por fuera. Silenciosamente se abrió y luego se cerró. Llegaron a la puerta final y lo mismo sucedió. Luego el ángel desapareció y Pedro afirmó, "Ahora estoy seguro de que el Señor envió a su ángel y me rescató de Herodes."

Pedro se apresuró a la casa donde algunos de sus amigos vivían y tocó la puerta. Rode, la chica que atendía a la puerta, estaba tan emocionada de escuchar la voz de Pedro que lo dejó allí afuera y corrió a contarle a los demás creyentes, quienes estaban orando por Pedro. "Pedro está aquí," interrumpió ella, "¡Está a la puerta!"

"Estás loca," le respondieron. "Pedro está en prisión." Ella estaba tratando de convencerlos mientras Pedro esperaba afuera. Finalmente, alguien abrió la puerta y Pedro les contó todo acerca del milagro.

El cielo y la tierra están conectados. Los ángeles aun guían y cuidan a los hijos de Dios. Dios puede sorprendernos y abrir caminos para que nosotros SALGAMOS de los aparentes desastres. Dios puede hacer algo igual de tremendo como darnos valentía, fuerza y gozo mientras nos guía A TRAVÉS de los problemas. De cualquier manera, podemos confiar en el amor, la sabiduría y el poder de Dios.

Donde encontrar la historia: Hechos 12

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